Los trabajos preliminares del fondo documental histórico realizados desde la concejalía de patrimonio cultural del Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi han dado con este octogenario gaditano, vital y simpático, que llegó al faro de l’Albir a principios de la década de 1950 con las oposiciones recién aprobadas. Con la misma decisión y atraído por el proyecto municipal en marcha de recuperar

fotos, documentos, programas de fiestas, carteles o cualquier material gráfico de la localidad, fechado antes de 1992, que permita recuperar las gentes, los oficios, las costumbres y los acontecimientos que han marcado la historia del municipio, decide no sólo participar sino aprovechar la circunstancia para darse una vuelta por el faro donde nació su primera hija. Dispuesto a remover los recuerdos con nosotros y visitar a los familiares alicantinos. Porque Antonio Hurtado conoció a su mujer, la alfasina Pepita Ripoll, en unas fiestas de l’Albir. Su conversación ha quedado grabada en video y servirá para conocer un poco mejor con qué perspectiva se veían las cosas en la década de los 50 desde una de las atalayas más aisladas de toda la provincia de Alicante. Cuando se marchó, recuerda Antonio que aún no existía el camino actual construido en 1961 y sólo se accedía hasta el faro por una escarpada senda de caballos, portadores del petróleo con el que funcionaba la linterna.

El próximo 30 de abril el faro cumplirá 150 años. Ha ganado con el paso del tiempo y se ha transformado en Centro Cultural gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi y la complicidad de la Autoridad Portuaria. El alcalde Vicente Arques agradece la colaboración desinteresada de todos los ciudadanos que están aportando fotos y documentos “de vital importancia para recuperar, conocer y divulgar nuestra historia más reciente” y especialmente a Antonio Hurtado que se ha molestado en venir y contarnos sus recuerdos, “en parte también nuestros”, en primera persona.