Cuando se cumplen tres años después de la tragedia, que se cobró la vida de 77 personas, en los atentados perpetrados en Oslo y la isla de Utoya, el 22 de julio de 2011, l’Alfàs del Pi no olvida a los desaparecidos. Se ha celebrado un sencillo pero emotivo acto en recuerdo de las víctimas y sus familiares, en el parque Johan Galtung, un espacio habilitado precisamente en su día para el encuentro y diálogo entre culturas. Un solo objetivo: la condena unánime a los atentados tanto en español como en noruego, por parte del alcalde Vicente Arques y la pastora de la Iglesia Noruega Trine Faerevaag, porque el terrorismo en todas sus formas constituye una de las más graves amenazas para la paz y la democracia, siempre injustificable. Porque la violencia solo engendra violencia y es por tanto necesario reafirmar el compromiso de fomentar el diálogo entre las diferentes culturas y lanzar un mensaje unánime y de optimismo.