El día no ha acompañado mucho o si, porque precisamente a las 14.00 horas, momento del reto, llovía bastante en l’Alfàs. Aún así en la terraza del club escandinavo se ha repetido el ritual de lanzarse un cubo de agua helada sobre la cabeza ante la mirada divertida de la mayoría, expectante y divertida, que ha preferido dar el dinero y continuidad a la campaña, retando a uno de los dos colegios noruegos que hay en el municipio para que sigan la partida y no cese este movimiento ciudadano, reivindicativo y al mismo tiempo hilarante, que está ayudando a los afectados de la ELA, Esclerosis Lateral Amiotrófica y esperamos desborde todas las previsiones y siga sumando fondos para la investigación y cura de la enfermedad.