El reconocido bailarín Igor Yebra ha quedado sorprendido por la gran apuesta que el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi realiza por el mundo de la cultura. “Desconocía el municipio y la verdad es que lo que están haciendo aquí está muy bien. Una ciudad con doce festivales, con una casa de la cultura que funciona muy bien, con gente con ganas e ilusión de hacer cosas nuevas. Hay que resaltar los ayuntamientos que miran por la cultura, porque con la crisis son muchos los que, a mi juicio equivocadamente, han cortado en inversión cultural”, ha declarado durante un encuentro con el alcalde, Vicente Arques, y los ediles de Juventud, Cultura, Presidencia y Deportes.

Yebra imparte desde el pasado lunes en la Casa de Cultura alfasina un curso de perfeccionamiento al que asisten una veintena de estudiantes de baile de edades comprendidas entre los 10 y los 20 años, una iniciativa de las concejalías de Juventud, Cultura y Promoción Institucional. “Es un grupo interesante, en el que hay dos chicos. Hace años eso sería impensable”, ha subrayado. El Bailarín Estrella de la Ópera Nacional de Burdeos tiene su propia Escuela de Danza en Bilbao. “Son muchos los pequeños que empiezan y cuando llegan a los doce abandonan porque empiezan los problemas en el colegio con el resto de niños”, ha lamentado Yebra, quien ha incidido en que “son muchas las cosas que todavía debemos cambiar y evolucionar”.

Igor Yebra empezó a bailar con trece años y desde entonces la danza se ha convertido en su modo de vida. “La danza significa todo para mí. Me ha dado todo lo que soy a día de hoy. No es una profesión, es una vocación, una manera de vivir y de ser”, ha confesado.

Nacido en Bilbao en 1974, Igor Yebra se formó en la Escuela de Víctor Ullate. Con 14 entró a formar parte del ballet de la Comunidad de Madrid, donde permaneció hasta 1996. Durante ese periodo obtuvo en París el Gran Premio del Concurso de Eurovisión para Jóvenes Bailarines, el segundo premio del Concurso Maya Plisetskaya en San Petesburgo y el Premio Danza y Danza al mejor bailarín en Italia. Posteriormente fue reconocido con el Premio Leonide Massine, el Premio ‘Gialino d’Oro’ del Ministerio de la Cultura Italiano y el ‘Ilustre’ de la Ciudad de Bilbao. “Las cosas sólo se consiguen si alguien pone mucho de su parte, con disciplina, trabajo, constancia y esfuerzo”, ha señalado.

Su repertorio incluye el papel principal en un centenar de coreografías por los escenarios más importantes de todo el mundo. Numerosos coreógrafos han creado papeles expresamente para él. Ha colaborado como primer bailarín invitado en reconocidos ballets de prestigio internacional. En diciembre de 2006 es nombrado Bailarín Estrella de la Opera National de Bordeaux, puesto que compagina con su papel de Primer Bailarín Invitado en la Ópera de Roma.