Uno de los objetivos de este programa es reforzar las relaciones sociales, crear un vínculo con el grupo donde la tolerancia, el respeto y la amistad sean partes esenciales para que surja la creatividad. “Detrás de cada pintura infantil hay un proceso creativo que actúa como una terapia reforzando la autoestima”, añadió Pedrola.

El curso de pintura creativa para niños volverá en octubre, cuando se inicie de nuevo la programación formativa de la casa de cultura tras el parón estival.