“El 17 de mayo de 1814 se firmó en Noruega la constitución más liberal que el mundo había conocido hasta entonces”, ha destacado el alcalde de l’Alfàs del Pi, el socialista Vicente Arques, ante una abarrotada Plaza de Juan Carlos I, epicentro un año más de las celebraciones del Día de la Constitución noruega, una jornada en la que l’Alfàs del Pi se ha engalanado por cuadragésimo quinta vez con los colores del país nórdico para celebrar la onomástica de una de las colonias más importantes del municipio.

El cónsul honorario de Noruega, Jan Arlid Nilsen, fue el encargado de leer el telegrama que el rey de Noruega, Harald V, ha enviado a su consulado para “mandar mis mejores deseos a todos los integrantes de la colonia noruega en la Costa Blanca”. De la misma manera, Vicente Arques ha recordado que “hoy se cumple el 45º aniversario desde que este 17 de mayo comenzara a celebrarse en l’Alfàs del Pi, una muestra inequívoca de la estrecha relación entre el municipio y su colonia noruega”. El alcalde alfasino, además, ha recordado que “en l’Alfàs convivimos más de cien nacionalidades distintas y eso nos convierte en un municipio hospitalario, abierto y europeista”.

Además, el primer edil subrayó la importancia de la colonia noruega que “cuenta con dos colegios completamente integrados en el municipio, una iglesia en l’Albir, la Asociación Friviling y hace dos años tuvimos la ocasión de inaugurar el Centro Noruego después de que el ayuntamiento cediera una parcela de 500 metros cuadrados para su construcción, algo que permitirá a los hijos de nuestros hijos seguir celebrando juntos el 17 de mayo”.

Martha J. Melkild, alumna de secundaria en el Den Norske Skole Costa Blanca, fue la oradora principal del acto y destacó que los miembros de la colonia noruega en l’Alfàs del Pi “estamos muy contentos de poder celebrar este día igual que lo haríamos en Noruega. Que el alcalde de nuestro municipio nos acompañe en el desfile es una gran muestra del respeto que en l’Alfàs se tiene hacia la cultura y las tradiciones noruegas”.

Como todos los años, después del oficio religioso y de los discursos del acto institucional, la fiesta se trasladó hasta la Avenida Constitución, donde está ubicado el Club Noruego y donde la música, los bailes, la comida y la diversión convirtieron a l’Alfàs, por un día, en un municipio más de Noruega.