Se trata de un paso más del “sistema de vigilancia pasiva” instaurado de manera progresiva en el municipio. Con esta inversión de 33.577 euros, se consigue identificar las matrículas de los vehículos, “lo que hasta ahora no nos era posible”, de manera inmediata. Como ejemplo, la matrícula de un vehículo robado, se introduce en el sistema de datos. En el momento que el coche pase delante de los lectores saltará la alarma en el retén donde están coordinados videocámaras y lectores y se multiplica al instante la información. El sistema catalogado de alta seguridad, informa el concejal Toni Such, ha requerido para su implantación del trabajo en equipo de los departamentos de nuevas tecnologías e informática y seguridad ciudadana.

Los lectores de matrículas son capaces de reconocer, leer y almacenar “lo que a su vez nos permite disponer de una base de datos muy valiosa” y en casos concretos “poder anticiparnos”. En estos momentos los 3 LPR están en periodo de pruebas, su instalación terminó la semana pasada, y obedece a un plan estratégico de optimización del servicio de seguridad en todo el municipio. Plan iniciado en 2007 “desde 0 ya que no había nada al respecto” puntualiza Such “ni una cámara ni el soporte tecnológico ni la preparación del personal para su seguimiento”. Un plan que tendrá continuidad en los próximos presupuestos “siempre en función de las circunstancias económicas” sin olvidar las posibilidades futuras, a medio plazo, que brinda la plataforma tecnológica creada, que es la parte más lenta y complicada del proceso, y permite gestionar otros servicios municipales de una manera más responsable e inteligente, ayudados por las nuevas tecnologías. “Pero eso es otra historia” apostilla Such. En estos momentos lo prioritario “asentar y ampliar la red de vigilancia pasiva”.