Solo el Museo al Aire Libre de la Villa Romana de l’Albir supera las 40.000 visitas desde su inauguración en marzo de 2011. Junto al Faro, también reconvertido en centro cultural y la Fundación Frax, es uno de los principales reclamos turísticos del municipio. “Un revulsivo socioeconómico y cultural determinante a la hora de dar a conocer el patrimonio arqueológico al público, de una forma amena y didáctica”, una oferta de ocio alternativa al sol y la playa, que el próximo verano se ampliará, según ha informado el alcalde, con la apertura del Cuartel de los Carabineros, unas magníficas instalaciones que en estos momentos se rehabilitan también con fines culturales y medioambientales, a escasos metros de la playa de l’Albir.

La decisión del Gobierno Local, en 2008, primero de retomar las excavaciones del yacimiento, descubierto entre 1979 y 1990, para a posteriori musealizar las termas, ha sido un aliciente cultural y turístico muy importante para toda la zona de l’Albir. Coincidiendo con el 4º aniversario de su inauguración, este fin de semana se ha estrenado la nueva ampliación del Museo, una Sala de Audivisuales donde se exponen por primera vez 45 piezas de relevante valor, descubiertas en el yacimiento alfasino en las excavaciones realizadas desde 2008. Un anzuelo de bronce o pesas de las redes de pesca que nos hablan de la alimentación básica de los habitantes de la Villa. O un cuchillo de caza que emplearía algún miembro de la nobleza. O la copa de alabastro…son 45 piezas encontradas en las excavaciones realizadas desde 2008 hasta ahora, en su mayoría elementos suntuarios, como un anillo de bronce, o unas agujas para peinarse o un sello de panadero para marcar los panes en fechas especiales, una pieza de gran valor ya que no hay muchas de su categoría en la península iberica… todos y cada uno de los hallazgos expuestos en vitrinas especiales, evocan un elevado nivel de vida de quienes aquí residían. Varias jarras y copas de plata…y entre los enseres más valiosos, destaca un grafito en un ánfora oriental procedente de la zona de Palestina, con un crismón, un símbolo con el nombre de Cristo, una de las pocas evidencias existentes en toda la Marina Baixa que deja constancia del culto cristiano que ya se profesaba en el siglo V, como explica la arqueóloga municipal Carolina Frías.

Los más pequeños también son parte fundamental del Museo y sus actividades

La apertura de la nueva Sala de Audiovisuales del Museo de l’Albir, un espacio equipado para celebrar charlas, cursos y talleres, ha sido compartida por muchos vecinos y visitantes, muchos de ellos niños y niñas transformados por unas horas en arqueólogos. Desde la concejalía responsable del Museo de la Villa Romana de l’Albir se ha realizado un video, que según ha explicado el concejal titular Juan Carlos Casiano, se puede visionar en la Sala de Audiovisuales, y en poco más de cinco minutos la propietaria de la Villa, Dómina, acompañada por su siervo Paccius, muestra al visitante la ampliación y mejora de sus baños privados, unas obras que han sido posibles por la buena marcha del negocio, algo que salta a la vista de todos tras recorrer los olivos, la almazara, la playa o las bodegas junto a una anfitriona tan amable y su servil compañía.