Helmtrud Von Hagen vive en l’Alfàs desde hace 50 años, y desde 1954 cada 20 de julio viaja hasta Berlín, para participar en la conmemoración del fallido atentado de 1944 con el que un grupo de oficiales de la resistencia intentó poner fin no sólo a la vida de Adolf Hitler sino también a la II Guerra Mundial.

Entre los participantes en aquella operación popularmente conocida como Caso Valkiria se encontraba Albrecht Von Hagen, su padre.

Horas antes de partir de viaje Helmtrud ha mantenido un encuentro con el alcalde de l’Alfàs del Pi, Vicente Arques, y con la concejala de Residentes de otras nacionalidades, Martina Mertens. No sólo reivindica la figura de su padre sino la de todos los hombres y mujeres de la resistencia que actuaron por profunda convicción moral, y siguiendo su conciencia, demostraron ser verdaderos patriotas.

Helmtrud con 8 años entonces junto a su hermano, dos años mayor que ella, es una de los 47 niños y niñas que quedó sin familia, y para ellos resulta muy importante que se conozca lo ocurrido, por eso en la conmemoración de mañana en Berlín, “me reencuentro con todos los entonces niños que estuvimos secuestrados después del atentado”. “Una recepción oficial donde acuden supervivientes y familiares pero también estudiantes de institutos alemanes que han trabajado sobre el tema de la resistencia y tienen la oportunidad de hablar con los testigos de lo ocurrido”.

Helmtrud llegó a l’Alfàs hace más de 50 años, junto a su marido un holandés, y desde entonces residen en el municipio de la Marina Baixa. Ambos son emprendedores, de hecho Hemtrud va a cerrar en unos meses su academia, porque todos los empleados cumplen 65 años, En la actualidad tiene 88 años y se encuentra llena de fuerza. Confía en que las instituciones ayuden a divulgar la actuación de este grupo de oficiales, porque el desconocimiento de la resistencia que arrastran las generaciones no ayuda.

El atentado fue llevado a cabo por un grupo de oficiales organizados por el coronel conde Claus von Sauffeberg. Todo formaba parte de un golpe de Estado basado en el Plan Valquiria, un supuesto operativo que preveía la movilización y el despliegue del Ejército de Reserva para reprimir los posibles disturbios que podrían generar los millones de trabajadores forzosos que había en Alemania. Para llevar a cabo su propósito colocaron una bomba en la sala de mapas donde se encontraba Hitler reunido con sus generales. Pese a que la bomba estalló Hitler solo sufrió heridas leves. Cerca de un centenar de personas fueron ejecutadas por su posible implicación en los hechos. Como consecuencia del fracaso del atentado fueron detenidas unas cinco mil personas, de las cuales unas doscientas terminaron siendo ejecutadas.