La concejalía de Cooperación y Voluntariado del Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi y la Plataforma Alicantina de Personas Mediadoras proponen una estrategia para solucionar los conflictos que surgen a diario en los hogares y lugares de trabajo y que, por las circunstancias actuales causadas por la pandemia del COVID-19, se pueden agudizar.

Se trata de la metodología del Tercer Lado, de W. Ury. Habitualmente, existe la tendencia a observar los conflictos desde la situación de alguna de las partes y esto tiene lógica: podemos tener más relación, simpatía, cercanía, afinidad, empatía o comprensión con alguna de ellas (o con la postura que defienden) y esto puede provocar que nos pongamos “de su lado”.

Sin embargo, Ury propone que cualquier persona y en cualquier situación (ámbito laboral, familiar, comunitario, convivencia…) puede elegir situarse “fuera” de la perspectiva de las partes, mantener una posición “diferente” o un “tercer lado” respecto al conflicto y no tener que tomar partido por ninguno de los implicados.

Este autor se dio cuenta de que, en todas las culturas, aquellas personas que quieren una buena convivencia asumen de una forma natural ciertos roles. El rol del proveedor que aporta ideas para llegar al acuerdo, el que habla con uno y otro en conflicto para que la distancia disminuya, y vio que con diez roles podríamos, de forma natural, prevenir, resolver y contener los conflictos.

Así, cada persona puede adoptar el rol más adecuado a la situación de conflicto, siempre ofreciendo una colaboración en la transformación positiva del mismo.

Un paso fundamental que nos aconseja Ury es que, antes de intervenir en un conflicto, nos “subamos al balcón”. Y es bueno que lo practiquemos, ahora que valoramos tanto nuestras ventanas y balcones. “Subir al balcón” es situarnos fuera del conflicto y analizar a las dos partes sin apostar por ninguna de las dos, entonces podremos ejercer nuestro rol.

Este “tercer lado” nos permitirá convertirnos en una persona mediadora, una metodología que nos propone la concejalía de Cooperación y Voluntariado. Para ocupar esa posición es necesario:

a. Intentar comprender a las partes del conflicto. Lo cual implica ir más allá de “estar a favor” o “en contra” de una de las partes o intentar dilucidar quién tiene razón o quién se equivoca, si no entender los motivos y argumentos de cada uno de ellos. Esto permite un abordaje clásico de la resolución de conflictos en mediación: partir de las posturas de cada parte, para entender cuáles son sus intereses (más profundos e importantes) y comprobar cuántos de ellos son comunes y compartidos.

b. Facilitar la participación de las partes en un proceso de negociación cooperativa basada en el diálogo entre las partes. Esto se contrapone a una gestión del conflicto confrontativa y agresiva o violenta. Por eso, para las personas que integran el “tercer lado”, el proceso de gestión del conflicto, es decir, “la forma”, es tan importante como el resultado final de ese proceso.

c. Favorecer la búsqueda de soluciones prácticas que respondan a las necesidades de las partes implicadas (y su entorno) y no sólo a las de una de ellas. Ury denomina a estas soluciones un “producto que constituya un triple triunfo”. Es decir, que satisfagan las necesidades de cada una de las dos partes y también las de la comunidad.

“El tercer lado no es una idea nueva. De alguna manera existe en todas las culturas (…) es el proceso humano más antiguo para gestionar diferencias profundas. No pertenece a ningún grupo u organización, sino que es un patrimonio común de la humanidad. Le pertenece a usted”. William Ury.

Para más información:

https://thirdside.williamury.com/es/que-es-el-tercer-lado/

Contacto:

cooperacionyvoluntariado@lalfas.com

ppersonasmediadoras@gmail.com

tercer lado cartel

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