Aprender jugando la tecnología que gira en torno a una Smart City o ciudad inteligente. Ese ha sido el objetivo que se ha marcado este año el curso de robótica infantil que ha organizado la concejalía de Educación y que ha concluido hoy con el acto de entrega de diplomas.

Así las cosas, las y los pequeños han podido aprender desde el funcionamiento de una estación meteorológica que mide la contaminación atmosférica hasta sistemas de iluminación y de control de velocidad por radar o la creación de simuladores de ruido ambiente para saber si la intensidad del ruido es adecuada o no. Los más pequeños han abordado la programación de sensores de color y de proximidad y el control de objetos a distancia.

Esta mañana, la concejala de Educación, Dolores Albero, y el edil de Hacienda, José Plaza, han asistido a la clausura del curso, en la que se ha hecho una demostración de lo aprendido en clase a través de un circuito de carreras en el que no faltaba detalle: robots convertidos en estaciones meteorológicas, torres de iluminación inteligente o en set de control de velocidad, incluso en un semáforo japonés para el paso de peatones.

Esta actividad, que se ha desarrollado en el Centro de Formación Ocupacional de l’Alfàs del Pi, ha contado con la participación de 20 niños y niñas de entre 6 y 14 años de edad.

Se trata de un taller muy innovador, impartido por el profesor Claudio Orts Canales, en el que los pequeños aprenden tecnología de forma muy divertida, creando con sus propias manos robots que después pueden llevarse a su casa.

La robótica educativa presenta la tecnología a los niños y niñas de una forma lúdica, animándoles a ser los futuros científicos, ingenieros y programadores. Viendo cómo los diferentes robots, hechos con sus propias manos, cobran vida, los pequeños aprenden a ver la tecnología y la programación como herramientas creativas de las que ellos también pueden hacer uso. Se trata de aprender robótica jugando.