Tras su inclusión en la red de Ciudades Educadoras, el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi ha puesto en marcha un programa de eliminación de barreras intergeneracionales, promovido por el CEIP Veles e Vents, en colaboración con el Centro de Estimulación Temprana y Acuática de l’Alfàs.

Un proyecto que nace con la intención de fomentar el intercambio de experiencias entre los mayores y los niños, en un entorno de respecto y tolerancia, un encuentro que sirva de complemento educativo y que se basa en la experiencia y los conocimientos que nos pueden transmitir los mayores ha explicado la concejal responsable de las relaciones con los colectivos, Marisa Cortés, quien ha dedicado palabras de reconocimiento al director del CEIP Veles e Vents, Julián López, y al coordinador de los talleres saludables para mayores que se imparten en el Hogar del Pensionista, José Luis León.

El proyecto pionero, una iniciativa del equipo directivo y docente del colegio Veles e Vents, se va a trasladar al resto de centros educativos del municipio “ya que las peores barreras no son físicas sino mentales”. Hoy se ha desarrollado con gran éxito el primer día de convivencia intergeneracional, con la participación de los alumnos de 5º de Primaria del CEIP Veles e Vents y los alumnos adultos de los talleres saludables que imparte el Ayuntamiento de l’Alfàs. Todos han participado en una batería de actividades, desde juegos a bailes y el ambiente ha sido extraordinario.

Este programa pionero “permite incorporar la figura de los mayores en el ámbito educativo de los menores, promueve un mejor acercamiento y conocimiento mutuo, intergeneracional, tanto por parte de los mayores como de los pequeños, ha destacado la concejala Marisa Cortés.

Este tipo de programas intergeneracionales suponen grandes beneficios para ambos colectivos: los mayores experimentan, en el plano emocional , un aumento de su autoestima, reducen sus sentimientos de soledad y, a nivel cognitivo, se produce una potenciación de la memoria y de las habilidades sociales, aumentando las oportunidades de aprender de los más pequeños.

A su vez, los niños que interactúan con las personas de edad aprenden a valorar a sus mayores como fuente de sabiduría y experiencia y mejoran también sus habilidades sociales, especialmente la empatía y la tolerancia hacia lo diferente.