La concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi ha organizado una visita guiada interpretativa al faro de l’Albir, para divulgar el papel de las mujeres en la historia de Serra Gelada: mujeres fareras, mineras, agricultoras o pescadoras.

Caminata, incluida dentro de la programación conmemorativa del Día Internacional de la Mujer, organizada en colaboración con las concejalías de Juventud, Cultura, Patrimonio, Medio Ambiente, Educación y Residentes de Otras Nacionalidades, además de las asociaciones Huellas Borradas de Mujer y Amas de Casa, Consumidores y Usuarios, AACU, la Universidad de Alicante y los tres centros educativos de primaria del municipio.

La ruta del Faro de l’Albir, ruta roja, una de las más transitadas del parque natural, permite adentrarse en un espacio natural protegido de una belleza y valor extraordinario, además de las impresionantes vistas que brinda. Pero en la visita guiada de hoy por la arqueóloga municipal, Carolina Frías, se ha hablado por primera vez de la historia de las mujeres en la Serra Gelada.

Si es conocida la Mina de ocre ‘Virgen del Carmen’, ubicada en las inmediaciones del Faro de l’Albir, donde se conservan parte de las antiguas viviendas de los mineros, la infraestructura de transporte del mineral y restos de la antigua actividad en la zona, sin embargo pocos saben de Esperanza Devesa, una mujer que a finales del siglo XIX asumió las funciones de capataz de la mina durante meses, mientras su marido tuvo que irse a Argelia por motivos de trabajo. Lo mismo ocurre con el Faro de l’Albir, un edificio histórico singular, construido en 1863, con el objetivo de señalizar el extremo septentrional de la Serra Gelada. Han sido muchos los fareros que ahí han trabajado, pero junto a ellos también estaban sus esposas que compartían oficio y de cuyas historias pocos cuentan. De igual manera en el camino del Faro se vislumbra la actividad pesquera de antaño, donde la mujer también ha dejado su impronta. O mujeres agricultoras, grandes conocedoras de la fauna y flora autóctona, plantas de múltiples usos medicinales, que incluso servirían para crear la leyenda acerca de las brujas, que no eran más que mujeres expertas que diferenciaban bien entre unas y otras especias y sus diferentes efectos para hacer frente a las enfermedades.

Una visita guiada interpretativa gratuita, para descubrir historias de mujeres que han trabajado en la Serra Gelada, y que seguramente volverá a repetirse, teniendo en cuenta el gran interés suscitado.