La visita de San Nicolás, a l’Alfàs del Pi, se ha convertido en uno de los primeros rituales prenavideños de esta localidad alicantina, donde conviven residentes de casi cien nacionalidades diferentes. Ayer por la tarde San Nicolás, Sinterklass, era recibido en los exteriores de la casa de cultura con ilusión y entusiasmo por una comitiva de niños y niñas, minutos antes de zarpar del puerto de Alicante, para emprender el viaje que le llevará a los hogares de tantos peques que aguardan su llegada en Países Bajos y Bélgica.

Desde la concejalía de Residentes de otras Nacionalidades del Ayuntamiento de l’Alfâs del Pi, Martine Mertens, ha agradecido la mediación del Club de Leones , a su vicepresidenta Ada Stoppelenburg, por traer hasta la localidad un año más a San Nicolás junto a su fiel acompañante Pedro, Zwarte Piet.

Una tradición holandesa que se repite desde hace décadas en esta localidad de la Marina Baixa, permitiendo compartir unos momentos mágicos, en una visita rápida que comienza en las puertas de la Casa de Cultura, para culminar después de un breve recorrido por las calles de l’Alfàs, en el auditorio donde San Nicolás escucha personalmente a los más pequeños.