Como ha recordado en el acto conmemorativo el Cónsul Jan Arild Nilsen “es una experiencia pionera porque fue la primera vez que Noruega construyó una residencia de la 3ª edad fuera de su país”. Se abría así un peculiar proceso de deslocalización de los servicios sociales noruegos con destino a l’Alfàs del Pi, atraídos sin lugar a dudas por los beneficios del buen tiempo en el tratamiento de rehabilitación en pacientes con artrosis, esclerosis múltiple o problemas respiratorios crónicos pero también por la actitud de un pueblo abierto y dispuesto a compartir lo mejor que tiene con los forasteros que hoy se sienten en su propia casa. La Residencia el Romeral, gestionada con fondos del gobierno escandinavo fue la primera experiencia en toda España y su ejemplo ha sido emulado por alguna otra. Lo que nadie puede quitar a la residencia privada el Romeral es que fue la primera y ha creado “un entramado de relaciones culturales, sociales pero también económicas algo que entendemos se debe potenciar” según ha manifestado la presidenta de la Cámara de Comercio Hispano Noruega Carmen Sanz. “Proyectos como éste han puesto en el punto de mira a l’Alfàs del Pi de todos los noruegos” como resalta esta abogada que felicita al alcalde de l’Alfàs del Pi, Vicente Arques, por mantener y potenciar las buenas relaciones entre ambos pueblos.