Así encara su fase final todo un proceso que el equipo de gobierno socialista retomó en 2008 tras llevar años en suspenso, en el que la nota dominante ha sido la participación pública a través de multitud de actos y conferencias en las que los ciudadanos han podido ir conociendo poco a poco el modelo propuesto para el futuro de su ciudad, del cual el equipo de gobierno ha querido resaltar como principales rasgos la sostenibilidad ambiental, el urbanismo responsable y la protección del paisaje y zonas verdes. Fruto de esta participación es el excepcional bajo número de alegaciones presentadas, las cuales apenas rondan el centenar, en comparación con otros municipios donde las avalanchas de escritos se han contado en ocasiones por miles, lo que no es sino una muestra de la implicación vecinal con que ha contado este proceso de revisión desde su reactivación en 2008 y que ahora entra en su última fase.

Una vez se resuelvan las pocas decenas de observaciones presentadas, el nuevo plan se someterá a los últimos trámites formales en el Ayuntamiento y será remitido a la Consellería para su aprobación definitiva, momento a partir del cual entrará en vigor el nuevo modelo urbanístico de l’Alfàs del Pi.