El ayuntamiento de l’Alfàs del Pi y la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vetebración del Territorio están ya muy cerca de alcanzar el consenso definitivo que lleve a dar solución a una de las reivindicaciones viarias más importantes del municipio alfasino en los últimos años: la eliminación del punto negro que supone la actual configuración viaria del acceso a la Urbanización San Rafael desde la CV-763.

Este vial, que soporta un paso diario de entre 12.000 y 13.000 vehículos, pertenece a la Generalitat Valenciana, algo que ha impedido a la administración local realizar una actuación de calado para solventar el problema de seguridad en ese punto antes mencionado. Por ello, desde 2014 se vienen realizando diversas gestiones para conseguir que el gobierno autonómico proceda a la construcción de una rotonda que dé servicio a los vecinos de San Rafael y a los usuarios del área comercial que se ubica en ese punto y, por supuesto, al resto de usuarios de una vía que une a l’Alfàs del Pi con los municipios del interior de la comarca.

Esta misma mañana, el alcalde de l’Alfàs del Pi, el socialista Vicente Arques, acompañado del edil de urbanismo, Vicente Soler y la concejala de seguridad ciudadana, Genoveva Tent, se ha reunido con el Director Territorial de Urbanismo, Enrique Del Río, para, acompañados de técnicos de ambas administraciones, conocer la propuesta definitiva de la conselleria para este punto.

Desde la consellería se procederá a la construcción de “una turbo rotonda, que es un sistema de regulación de tráfico novedoso y que se ha mostrado muy eficaz ya que, por un lado, mejora la fluidez y, sobre todo, añade un mayor grado de seguridad respecto al ‘dibujo’ más tradicional de este tipo de infraestructuras”, tal y como ha explicado Vicente Soler.

El responsable de urbanismo de l’Alfàs del Pi ha añadido que “tras esta reunión, ya sólo restan los últimos tramos administrativos para que desde el Ayuntamiento podamos ceder los terrenos a la conselleria para que esta inicie la licitación y construcción de la rotonda”, una infraestructura que podría ser una realidad “a finales del presente año o durante el primer trimestre de 2017 si se cumplen todos los plazos previstos”, ha añadido Soler.

Vicente Arques se ha mostrado “muy satisfecho por haber podido llegar finalmente a un acuerdo para eliminar uno de los puntos más conflictivos y peligrosos para el tráfico rodado del municipio. Cabe recordar que el actual expediente se inicia en 2014, pero ya en 2006 presentamos una moción en el pleno en este sentido para que se instara a la Generalitat a acometer esta mejora aprovechando los trabajos en la CV-70”.