La directora de la Casa de Cultura de l’Alfàs del Pi, Esperanza Durán, ha publicado un artículo en la revista cultural Blanco, Negro y Magenta en el que rinde homenaje a la artista suiza Aloise Corbaz (1886-1964), una de las figuras más singulares del art brut y ejemplo del talento femenino históricamente relegado al olvido.
Con esta colaboración, Durán continúa su labor de visibilización del trabajo de mujeres que, pese a haber dejado una huella profunda en la historia del arte, no han recibido el reconocimiento que merecen. Su artículo realiza un recorrido emocionante por la vida y obra de Corbaz, una creadora visionaria que desarrolló un universo propio, exuberante y lleno de color, marcado por su complejo mundo interior.
En el texto, Durán describe cómo Aloise construyó un imaginario poblado por reinas, heroínas, amantes y personajes históricos que se entrelazan en composiciones monumentales. Entre ellas destaca Cloisonné del teatro, una obra de 14 metros de largo donde la artista despliega una auténtica autobiografía escénica, cosida literalmente a base de hojas de papel kraft.

El artículo también repasa la difícil biografía de Corbaz: desde su amor imposible por el káiser Guillermo II, que marcó profundamente su vida, hasta su ingreso en el Hospital Psiquiátrico Universitario de Cery, donde pasó 46 años. Durante su encierro, lejos de apagarse, su creatividad estalló en cientos de dibujos realizados con materiales rudimentarios o improvisados —desde tinta y grafito hasta pétalos triturados o pasta de dientes— y donde la artista se autorretrató como heroína de su propio relato.
Durán subraya el papel crucial que tuvieron el psiquiatra Hans Steck y su alumna, Jacqueline Porret-Forel, quienes apoyaron a Corbaz en su producción artística y facilitaron en 1946 su primera exposición, momento en el que Jean Dubuffet reconoció su obra como un referente del art brut.

La directora de la Casa de Cultura concluye su artículo recordando que la historia de Aloise Corbaz es una de tantas historias de mujeres creadoras silenciadas. Su intención, afirma, es contribuir a que estas voces recuperen el lugar que les corresponde: “Tenemos la obligación de ponerles voz, mirada, lugar y luz”.
Con esta nueva colaboración, Esperanza Durán afianza su compromiso con la divulgación cultural y su apuesta por rescatar figuras femeninas imprescindibles para comprender la historia del arte.
















