Solfried Gjelsten (23 de agosto de 1925) acaba de celebrar su 100 cumpleaños en una fiesta íntima, rodeada de familiares y amistades.
Posiblemente estemos hablando de la noruega residente en España de mayor edad. Afincada en el l’Alfàs del Pi desde su jubilación, destacando por su interés en los asuntos relacionados con la cultura y comunicación, de hecho pertenece al Consejo Noruego de las Artes y el Consejo Noruego de Radiodifusión. Junto a su marido Peder fundó el Grupo de Historia, un subgrupo del Club Noruego de la Costa Blanca con sede en l’Alfàs,(club a punto de celebrar su 55 aniversario), y ya en el año 2005 Solfried y su marido fueron distinguidos por el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi, en reconocimiento a su compromiso social, y su contribución a la difusión de la cultura española entre los miembros de la colonia noruega.
Estos días con motivo de su aniversario diferentes medios extranjeros recogen detalles interesantes acerca de esta mujer, que para que nos hagamos una idea de su carácter, comenzó a escribir con 80 años, publicando tres libros históricos hasta los 90 años, Fue entonces cuando decidió escribir su autobiografía, con la intención de dejar un mensaje genérico positivo. Y es que nunca es tarde para hacer aquello que nos gusta y queremos.En LITT AV ETT LIV relata primero su infancia y adolescencia en Oslo, sus estudios universitarios de matemáticas y la dura vida en el campo de Gjelsten, donde trabajó durante casi cuarenta años. Además de dedicarse a la agricultura junto a su esposo, también tuvo tiempo para promover la Escuela Framhals, y como profesora, dedicarse a la enseñanza en varios centros educativos y participar activamente en la vida política, tanto en el Consejo Municipal, como posteriormente a nivel nacional en el Consejo noruego de las Artes y el Consejo Noruego de Radiodifusión, y la Asociación Noruega de Bienestar.
Quiso celebrar su 75 cumpleaños haciendo parapente en Santa Pola y a sus 90 años viajó al Polo Sur. 10 años después, Solfried camina 3 kilómetros diarios, le gusta charlar con sus amistades y beber vino sin alcohol.
La menor de sus cinco hijas, Marit Gjelsten, a quien vemos en las imágenes con su madre, habla de la actitud positiva y vital de su madre, de su valor para afrontar diferentes retos y su buen humor . Para su 100 cumpleaños pide seguir viviendo más tiempo y poder seguir disfrutando en buena compañía.
En las imágenes Solfried Gjelsten junto a su hija pequeña, Marit Gjelsten, la concejala Martina Mertens y la técnica asesora municipal, también con sangre noruega por sus venas, Elisabeth Marandi