Cuando se cumplen nueve años del trágico suceso, l’Alfàs del Pi ha homenajeado a las víctimas que perdieron la vida en los atentados del 22 de julio de 2011 en Oslo y en la isla de Utoya, en Noruega. Representantes de las comunidades alfasina y escandinava se han reunido en el ‘Parque por la Paz Johan Galtung’, para guardar un minuto de silencio, y depositar unos ramos de rosas a los pies de la inmensa escultura, de cinco metros de longitud, obra del artista vasco Agustín Ibarrola, denominada por su autor ‘Utoya’, y junto a la que aparece una placa donde se puede leer la frase de Gandhi: ‘no hay caminos para la paz, la paz es el camino’.
Un acto sencillo para honrar la memoria de quienes lo sufrieron, ha manifestado el alcalde de l’Alfàs, Vicente Arques, que una vez más ha apelado a la defensa de los valores de la solidaridad, la diversidad, la humanidad y una sociedad abierta y plural, frente al terror y la sinrazón. Una fecha conmemorativa, para mostrar y reivindicar la unión de los pueblos.
Un acto en el que han participado, junto a residentes de la comunidad noruega, el alcalde de l’Alfàs, Vicente Aques, y los concejales de Residentes de Otras Nacionalidades, Martine Mertens; Cultura Manuel Casado; Medio Ambiente Luis Morant y Urbanismo Toni Such.Todos unidos en el deseo de paz, en la defensa de la democracia y en la condena de cualquier forma de terrorismo, mostrando su compromiso y solidaridad con las víctimas y sus familias.
El marco elegido, el ‘Parque por la Paz Johan Galtung’, donde se erige la escultura de Agustín Ibarrola, símbolo de la solidaridad y la paz. Flores como rechazo a la violencia y en apoyo a las víctimas del terror. Flores a los pies de “La Escultura Paraboloide”, un trabajo original del escultor vasco comprometido en la lucha contra el terrorismo, integrada en el circuito del Mapa de la Memoria junto a los lugares donde se localizan otros refugios suyos: Alicante, Andoain, Ermua, Logroño, Murcia, Santander, Vitoria… Un parque al que da nombre un noruego: Johan Galtung, noruego de nacimiento, alfasino por elección, matemático, sociólogo, científico, político y fundador de la disciplina mediador de conflictos, quien ha dicho en multitud de ocasiones: “para mi l’Alfàs es la ciudad de la paz”, feliz después de recorrer el mundo por encontrar su casa en esta localidad de la Marina Baixa, y poder dar nombre a un parque público donde se erige la escultura de Agustín Ibarrola contra el terrorismo, porque “el terror nada puede cuando se unen los pueblos”. Fueron las escuetas palabras del pacifista noruego Johan Galtung en la inauguración del parque que hoy queremos sacra a la luz una vez más
L’Alfàs es el municipio Alicantino donde reside la colonia noruega más numerosa de toda España. Con un censo de poco más de 22.000 habitantes, destaca entre otras peculiaridades porque el 50% del padrón lo conforman residentes de otras nacionalidades. Casi 100 diferentes, sobresaliendo entre todos ellos el colectivo noruego. Si bien es cierto son 2.500 los empadronados, se calcula viven más de 8.000: en l’Alfàs está el Club Noruego Costa Blanca con 50 años de vida y más de 1.000 socios; en l’Alfàs hay 2 centros educativos noruegos; 2 residencias noruegas para personas mayores; tienen su Iglesia propia en la zona de l’ Albir y el único Centro de Voluntariado existente fuera del país escandinavo, en Europa, se encuentra aquí.