Si para Johan Galtung l’Alfàs del Pi era lo más parecido a su segundo hogar desde el verano de 1969, para la hoy cosmopolita localidad alicantina el científico y pacifista internacional será siempre un referente y un ejemplo a seguir. Así lo ha destacado el alcalde, Vicente Arques, en el sencillo y emotivo homenaje realizado este fin de semana en el Parque Johan Galtung por la Paz. Nacido en Oslo en 1930 Johan Galtung fallecía el pasado mes de febrero en su ciudad natal, a los 93 años.
L’Alfàs del Pi ha querido rendir un sentido y sencillo homenaje póstumo a Johan Galtung, uno de los grandes especialistas en investigación sobre conflictos sociales contemporáneos, y lo ha hecho este pasado sábado en el Parque por la Paz al que da nombre el científico, en presencia de las autoridades locales, sus familiares, y el alumnado de la disciplina de mediación de conflictos impartida en los centros escolares públicos.
La música, de la mano de las estudiantes del IES L’Arabí María Ivorra, y del Conservatorio Oscar Esplá, Marina Barco, ha sido el hilo conductor del acto organizado para recordar la figura de Galtung, un virtuoso que componía y tocaba el clarinete, la guitarra… Su hijo Andreas también interpretaba con el saxo, regalo de su padre al cumplir los 18 años, una pieza que recordaba escuchar tocar a su progenitor.
La concejala del Área Internacional Martina Mertens hacía referencia al año 2015, cuando se inició el proyecto de mediación en los centros escolares locales, y al trabajo del Centro Internacional de Solución de Conflictos Alfa Delta Pi.
Un homenaje para mostrar la otra faceta humana de un científico internacional, para quien l’Alfàs era lo más parecido a su segunda residencia desde que llegase en el verano de 1969, prácticamente recién casado en Tokio, y decidiese comprarse una casa, a la que venía siempre que podía y donde escribió gran parte de sus libros y artículos como contaba su hijo Fredrick. “Mis padres han vivido una vida de aventuras, han viajado por todo el mundo, han tenido casas en varios países, pero l’Alfàs fue un referente en toda su vida y el amor a l’Alfàs una constante”. Un ritmo trepidante “mi padre no tenía una profesión regular, yo por ejemplo he tenido la oportunidad en 11 años de formación de primaria y secundaria de estudiar en 11 escuelas de 7 países”.
Acto abierto al público, al que han acudido sus familiares, el alcalde Vicente Arques, acompañado por numerosos miembros del Gobierno del PSOE, también ha asistido el concejal del Grupo Municipal del PP César Martínez, y una representación estudiantil del programa de mediación escolar local. 60 estudiantes de los tres centros educativos y el instituto que han recibido un diploma. En este punto hay que recordar que el matemático, sociólogo, científico, político y fundador de la disciplina mediador de conflictos, Johan Galtung, quiso participar en la I Trobada de Mediadors Escolars celebrada en el IES L’Arabí, un encuentro que reunió a cerca de un centenar de estudiantes de diez institutos de la provincia de Alicante para intercambiar experiencias y conocer cómo trabajan los equipos de mediación de cada centro.
El politólogo noruego y pacifista internacional mantenía un estrecho vínculo con el municipio, prueba de ello el parque donde se ha celebrado el homenaje, situado frente al Centro Cultural Noruego. “Para mi l’Alfàs es la ciudad de la paz” manifestaba Galtung el día de su inauguración conmovido, orgulloso y feliz de dar nombre a un parque público donde se erige la escultura Paraboloide de Agustín Ibarrola, en memoria de las víctimas y familiares del atentado cometido el 22 de julio de 2011 en Oslo y Utoya, obra integrada en el circuito del Mapa de la Memoria junto a los lugares donde se localizan otros refugios del escultor: Alicante, Andoain, Ermua, Logroño, Murcia, Santander, Vitoria…La escultura de 5 metros de alto, 5.000 kilos y metro y medio de ancho, ‘la más pequeña del artista’ no por ello menos valiosa.
Johang Galtung, fundador de la disciplina académica Estudios para la Paz, de una trayectoria brillante. Después de graduarse en la universidad en dos materias, completó dos maestrías simultáneas (en estadística y sociología) y pasó a ocupar cátedras en varios campos y en muchos países. En su juventud, fue signatario del manifiesto de Aksjon mot doktorgraden (una campaña contra los títulos de doctorado noruegos), pero llegó a ostentar doctorados honorarios de diversas universidades. Después de establecer lo que se convertiría en el Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO) en 1959, fundó el Journal of Peace Research en 1964. Ninguno de ellos habría llegado a ser lo que son hoy sin el impulso que Galtung les dio en sus primeros años. En 1969, se convirtió en el primer profesor de Investigación para la Paz en la Universidad de Oslo.
El mejor embajador de l’Alfàs. siempre que tenía oportunidad sacaba a relucir el amor que sentía por su segundo hogar “ciudad de la paz y ejemplo de convivencia”, donde recalaba para descansar cada vez que se lo permitía su intensa agenda. Una población, recordaba una y mil veces, descubrió al visitar a un general noruego y de la que inmediatamente se enamoró.
Como pacifista internacional y mediador decía: “no tenemos dinero ni bombas pero si la fuerza de las buenas ideas”. Esa era una de sus reivindicaciones constantes y diarias “trabajar más hasta convencer con la fuerza de las buenas ideas”, el único camino para erradicar la violencia. La ciudad de l’Alfàs irá siempre unida a Johan Galtung, el primer profesor de Investigación para la Paz en la Universidad de Oslo.