Un año más, l’Alfàs del Pi ha celebrado un sencillo acto en recuerdo de las víctimas que perdieron la vida en los atentados de 2011 de Oslo y la isla de Utoya, en Noruega. Representantes de las comunidades alfasina y escandinava se han reunido en la Iglesia Noruega de l’Albir para participar en este emotivo acto, en el que se ha rendido homenaje a las 77 víctimas, la mayoría adolescentes que participaban en un campamento juvenil del Partido Laborista Noruego.

L’Alfàs del Pi, municipio que acoge desde hace más de medio siglo la colonia noruega más numerosa de España, sintió estos atentados como propios. Desde entonces, cada 22 de julio, la comunidad alfasina recuerda a las víctimas y a sus familiares.

No hay un solo residente noruego de l’Alfàs que no tenga vinculación con las víctimas, ya sea porque ha perdido a algún amigo o familiar en los atentados o porque conocen a alguien que sí lo ha perdido. “Un recuerdo muy doloroso para Noruega y también para l’Alfàs del Pi debido a la estrecha conexión que existe entre los dos”, ha destacado en su discurso la concejala de Residentes, Martine Mertens.

El Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi organiza cada 22 de julio un acto en recuerdo de las víctimas y en apoyo a sus familias. “Necesitamos estos momentos como supervivientes, un lugar para el recuerdo, para sentirse cerca de las víctimas, para acompañar a sus familiares y amigos, para estar solo o, por el contrario, para sentirse conectado con otra gente. Por eso estamos hoy aquí”, ha añadido.

También el pastor de la Iglesia Noruega de l’Albir, Gjerulf Kristoffer Noddeland, se ha referido a la importancia de “apoyar a quienes aún sufren por la pérdida de familiares y amigos. Para apoyar a quienes sufren la pérdida de salud por aquellos atentados. Decimos alto y claro… ¡Nunca más!”.

Por su parte, el secretario general de las Juventudes Socialistas de l’Alfàs del Pi y de la Marina Baixa, Juan Vicente Arazola, ha destacado la necesidad de “seguir luchando por la paz, por la igualdad entre hombres y mujeres, por los derechos humanos, por la cohesión entre nacionalidades y, en definitiva, por un mundo más plural e integración”.

La unión entre l’Alfàs del Pi y la colonia noruega se remonta a los años 70 del siglo pasado. Aunque actualmente son más de 2.500 los noruegos empadronados, se calcula que la población real oscila entre los 5.000 y los 8.000 residentes procedentes de este país. El Club Noruego Costa Blanca, con más de un millar de socios, se fundó hace ya más de medio siglo. Pero además, en l’Alfàs del Pi hay dos centros educativos sostenidos por fondos públicos noruegos, tienen su propia Iglesia en l’Albir y el único Centro de Voluntariado -Frivilling- que el Gobierno noruego ha abierto fuera de sus fronteras.

“La comunidad noruega forma parte de l’Alfàs desde hace muchísimos años y por eso nos sentimos tan cerca de su dolor”, ha manifestado la alcaldesa en funciones de l’Alfàs, Mayte García. “Aquellos atentados supusieron un golpe durísimo para la colonia noruega del municipio y, desde entonces, el ayuntamiento celebra este acto en recuerdo de las víctimas y en apoyo a sus familias. Todos unidos en el deseo de paz, en la defensa de la democracia y en la condena de cualquier forma de terrorismo, mostrando nuestro compromiso y solidaridad con las víctimas y sus familias”, ha añadido.

Durante el acto, celebrado en la Iglesia Noruega de l’Albir, se ha guardado un minuto de silencio y se han depositado rosas rojas en recuerdo de las víctimas. Al terminar, la comitiva institucional también ha depositado flores bajo la escultura ‘Utoya’, del artista vasco Agustín Ibarrola, una obra de arte que simboliza el compromiso con la libertad y con la paz.