Dentro de la programación de actividades paralelas del Festival de Cine y Cortometrajes de l’Alfàs se presenta esta tarde en la Casa de Cultura el documental italiano ‘Noi Maria Luisa di Borbone’, a las 19.15 horas, por Pietro Paolo Angelini de la Fundación del Monte di Luca.

Hace poco más de doscientos años se copiaban sobre papel italiano las sinfonías más antiguas conocidas de una compositora española. Su nombre aparece en los libros de historia política, y su rostro aparece en La familia de Carlos IV de Goya. Se trata de María Luisa de Borbón (San Ildefonso, Segovia, 1782 – Roma, 1824), Infanta de España, Reina de Etruria y Duquesa de Lucca. Gobernó en Florencia, se enfrentó a Napoleón, quien la encerró en un monasterio durante casi dos años, y reivindicó sus derechos dinásticos en unas memorias publicadas en cinco idiomas. Pero también merece ser recordada en la historia del arte, la de la música e incluso la del feminismo. De hecho, su figura revela el activo papel de las mujeres en la vida cultural de principios del siglo XIX. Durante los 20 años que residió en Italia, fundó dos centros de enseñanza femenina y patrocinó a numerosos artistas, incluidas mujeres que, como ella, se adentraron en terrenos dominados por figuras masculinas.

Significativamente, al ser nombrada Duquesa de Lucca en 1817, María Luisa se hizo retratar por el pintor de moda, Vincenzo Camuccini, con una partitura de música instrumental. Esta era considerada mucho más intelectual y compleja que la música para canto y piano, propia de la educación femenina de la época. Y es que ella misma compuso nada menos que cuatro “sinfonías” u oberturas para orquesta completa, con una plantilla de hasta veinte instrumentos.

Estas obras (las únicas conocidas de la infanta) son de las más tempranas entre los compositores españoles en imitar el estilo de Rossini, aunque sin renunciar a sonoridades típicamente españolas, como el esquema musical del fandango.