Este artista polifacético nacido en Francia manifiesta en sus inclasificables piezas un estilo puro, libre e indómito. Su obra supone una clara invitación a reflexionar con el corazón. En esta exposición encontramos, de un lado, sus retratos de El Fayum. “Los rostros de El Fayum llevan vivos en sus sepulturas más de 2.000 años. Doireau recrea esos antiguos retratos para, de alguna forma, traérnoslos al mundo cotidiano y a su lenguaje particular, loco, desenfrenado, que no deja a nadie indiferente”, señaló Cayetana Román Ruiz, escritora y crítica de arte.
De otro lado, su escultura expresiva, compuesta fundamentalmente de rostros, en los que se une lo visual y lo visceral. Rostros en los que se reflejan las emociones del ser humano. “La creación de este joven, y sin embargo maduro escultor, podrá gustar o no, pero lo cierto es que no inspira indiferencia, pues remueve el espíritu con la magia prodigiosa de los grandes maestros, poniendo nuestros seis sentidos en acción”, añadió.
Además de esta exposición, se puede visitar hasta el 4 de octubre, en la Sala Pedro Delso, “En el jardín de mis sueños crece un hermoso ciprés de plumas verdes”, de Antonio Ballesta. Y hasta el 13 de septiembre, la muestra “Mar al viento” de Candi Campo, en el acceso a la sala Ramón de Soto.
Por último, como actividad paralela, la Fundación Frax acogerá el sábado 29 de agosto, a las 22:00 horas, el concierto “Flamenco”, a cargo de la compañía Antonio Muñoz, con Maise Márquez, solista del Ballet Flamendo de Andalucía, como bailaora. La entrada -18 euros- puede adquirirse en la recepción del Camping Cap Blanch o el mismo día del concierto, en la Fundación Frax.