No quedó más remedio que tirar de casta y aprender a sufrir durante los 48 minutos que duró la segunda mitad, pero el buen estar en el campo, y el trabajo de unos y otros dio resultado, ya que los locales que no encontraban espacio para la última línea de gol, buscaron el gol con golpeos lejano sin fortuna, acabando los tres puntos camino del Albir.