La Concejalía de medio Ambiente del Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi ha dado por finalizadas las actuaciones dirigidas a combatir la procesionaria del pino en el Centro todos los parque y espacios del municipio.

En concreto, se ha fumigando con un insecticida microbiológico que, aplicado sobre la parte alta del árbol, produce la muerte de las orugas en su estado larvario. Este tratamiento es inofensivo para las personas y los animales. Así lo han destacado los concejales de Sanidad y Medio Ambiente, Marisa Cortés. Y Luis Morant que matizaban que esta actuación pretende combatir la procesionaria antes de que se formen las típicas bolsas blanca en las copas de los pinos.

Las zonas en las que se ha actuado son , en el casco urbano , en el Pabellón Pau Gasol y en la zona de aparcamiento y Skate Parc , en los colegios Veles e Vents, en el Centro Social , en el Parque Johan Galtung y en el Tosalet . En el Albir , en el hogar del pensionista , carrer Sant Pere , en la Finca Roca el Centro de Interpretación Paisajista y Medio Ambiental (CIPM) Los Carrascos y en los siete parques caninos del municipio, ubicados en las calles Tritó, Saturn, y Tauro. En las urbanizaciones Jardín de Alfaz y Escandinavia y en las inmediaciones del Forum Mare Nostrum, en Club Holandeses, Parque de l’Alfàs del Sol , Parque de la Finca l’Arc y Calle Manises.

La concejalía de Medio Ambiente realiza cada año una serie de actuaciones preventivas para luchar contra la plaga de procesionaria, al tratarse de una especie que causa reacciones alérgicas en personas y animales. Este es un insecto propio de los pinares mediterráneos del que se alimentan numerosos animales insectívoros.

Al finalizar los meses más cálidos es cuando empieza un nuevo ciclo de la procesionaria del pino. De septiembre a noviembre, de los huevos puestos por las mariposas en las copas de los árboles en los meses de verano, nacen las orugas de la procesionaria.

Tras nacer, las orugas pasarán por cinco estados larvarios. En este momento se aplican los tratamientos biológicos, que consisten en la fumigación con productos inocuos para las personas y los animales, con el fin de acabar con las orugas antes de que desarrollen los pelos urticantes de tercer estadio.