Convertir los mercadillos de l’Alfàs del Pi en un referente de transparencia y buena gestión. Con ese objetivo, las concejalías de Nuevas Tecnologías y de Servicios Técnicos y Mercadillos han dotado de datáfonos a los trabajadores municipales encargados de la organización de los puestos de venta ambulante en el municipio, con el fin de agilizar los trámites y mejorar las medidas de seguridad. A partir de ahora, los vendedores ambulantes sólo podrán pagar con tarjeta de crédito cuando se subasten semanalmente los puestos que quedan vacantes por ausencia de alguno de sus compañeros fijos.
Según explicó el edil de Nuevas Tecnologías, Toni Such, los vendedores con licencia y puesto fijo pagan sus tasas en el Ayuntamiento de l’Alfàs, pero cada semana hay zonas que quedan libres porque no se presenta la persona que las tiene adjudicadas. “Esos espacios se ofrecen a los comerciantes colindantes para que puedan ampliar sus puestos y, en estos casos, deben abonar una tasa que, hasta ahora, se pagaba en efectivo y que, en breve, sólo se podrá liquidar con tarjeta”, declaró Such.
Así las cosas, el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi ha iniciado una campaña informativa entre los vendedores ambulantes que cada semana instalan puestos en los mercadillos del casco urbano y de l’Albir para que sepan que en breve ya no se podrá pagar en efectivo cada vez que se subastan los puestos que quedan vacantes.
Una medida que adopta el Ayuntamiento de l’Alfàs para combatir el fraude fiscal -todas las transacciones van a quedar registradas- y que cuenta, además, con múltiples ventajas, según puntualizó el concejal de Servicios Técnicos y Mercadillos, Óscar Pérez. “Se agilizan los trámites, ya que los trabajadores municipales encargados del cobro no van a tener que desplazarse al banco para ingresar el dinero en las cuentas del ayuntamiento, y tampoco van a necesitar el acompañamiento de un agente de la Policía Local que garantice su seguridad”, indicó.
En l’Alfàs del Pi se instalan cada semana dos mercadillos: los viernes en la avenida Constitución y los domingos en la avenida de l’Albir. “Entre los dos sumarán unos 350 puestos”, destacó Pérez. Son mercadillos generalistas en los que se pueden encontrar todo tipo de artículos, de textil y confección, zapatos, bolsos y marroquinería, perfumería, ferretería, artículos de limpieza, decoración, frutas y verduras, salazones y encurtidos, charcutería y conservas, especias, dulces, panes artesanos y cocas… Espacios que se convierten cada semana en cita obligada para cientos de personas de todo tipo de nacionalidades.
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