Con la entrega de diplomas ha finalizado el curso de formación en técnicas de soporte vital básico para casos de parada cardiorrespiratoria y de capacitación para el uso de desfibrilador semiautomático (DESA), organizado por la concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi, en colaboración con Medicardio. En total, 30 personas han seguido este curso, entre personal de escuelas deportivas, trabajadores municipales y voluntariado de Cruz Roja y Protección Civil.

L’Alfàs del Pi cuenta con 8 espacios cardioprotegidos dotados de desfibriladores semiautomáticos para utilizar en situaciones de emergencia, ubicados en la Casa de Cultura, en el Faro de l’Albir, en dos coches patrulla de la Policía Local y en zonas deportivas como el Pabellón Pau Gasol, el campo de fútbol de l’Albir, el polideportivo municipal o el campo de fútbol anexo.

Desde que están operativos estos puntos, el Ayuntamiento de l’Alfàs ha formado a más de un centenar de personas en el manejo de estos aparatos. Una parada cardiaca no avisa y, cuanto antes se actúe, mayores son las probabilidades de supervivencia y de reducción de secuelas posteriores. “De ahí la importancia de poder contar con estos aparatos y con personal formado que pueda actuar en los primeros minutos”, ha destacado la concejala de Sanidad de l’Alfàs del Pi, Marisa Cortés, tras el acto de entrega de diplomas.

Los cinco minutos posteriores a una parada cardiorrespiratoria son claves para el enfermo, ya que en ese tiempo la falta de oxígeno y sangre en el cerebro pueden causar daños irreversibles e incluso la muerte.

Con este curso de formación se obtiene la titulación requerida para poder hacer uso de un DESA, ya que los diplomas son expedidos y homologados por la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud. Son 12 horas de formación en las que se aborda desde la anatomía y la fisiología cardiopulmonar a emergencias médicas, ventilación, compresiones torácicas, reanimación cardiopulmonar básica y simulaciones prácticas integradas con diferentes escenarios posibles.

Se trata, según ha manifestado Marisa Cortés, de “contar con los medios materiales necesarios para salvar vidas en caso de emergencia y, sobre todo, con personal formado en técnicas de primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar que permitan un uso adecuado de los desfibriladores semiautomáticos”.

Un municipio cardioprotegido es aquél que dispone de desfibriladores semiautomáticos en espacios públicos y dependencias municipales, para ser usados en caso de que una persona padezca una parada cardiaca, actuando de forma eficaz y rápida y activando el protocolo de actuación de emergencia.