Una partida de 2.500 euros destinados básicamente a la atención domiciliaria y a la escuela de padres. Un proyecto este último en proceso de cambio ya que la experiencia obliga a reconducir el apoyo de manera personalizada al requerir cada caso un trato y seguimiento específico como puntualiza la experta, Vicenta Benlloch, psicóloga coordinadora de AFEM
Su labor es tan callada como necesaria. Pasan desapercibidos para una mayoría, pero quienes se encuentran de frente con un problema de salud mental saben de su extraordinaria valía. El alcalde de l’Alfàs del Pi, Vicente Arques, ha reafirmado su intención de seguir apoyando a las asociaciones como AFEM, cuyo trabajo de utilidad pública alivian situaciones familiares muy complicadas de sobrellevar “que no imposibles” matiza el alcalde alfasino “gracias al trabajo profesional y en gran parte altruista desempeñado por los miembros de AFEM”. Precisamente esta asociación, entre otras muchas funciones, prepara mediante un servicio de atención domiciliaria, a las personas diagnosticadas por primera vez de padecer una enfermedad mental a aceptar su nueva situación con un seguimiento personalizado farmacológico y psicológico. En la misma línea de asesoramiento y apoyo pero del entorno del afectado se ocupa igualmente AFEM, aunque a través de la Escuela de Padres. Un proyecto que se está reconvirtiendo, la experiencia obliga a ello, en un servicio de atención personalizado ya que cada caso es distinto a otro y requiere de sensibilidades específicas.
Convenios de este tipo son necesarios no sólo para paliar en la medida de lo posible a sobrellevar a los afectados una situación estresante y nueva sino a mentalizar a la sociedad en general que la medicina ha evolucionado y resulta mucho más sencillo superar las enfermedades “todas sin excepción” entre todos, sin añadir cortapisas inexistentes concluye el alcalde alfasino.