Se trata de un complejo residencial que acabó de construirse en 2006. Alberga 150 apartamentos y trabaja principalmente con clientes procedentes de Noruega. “Durante el invierno, el 90 por ciento son mayores que huyen de la nieve y de las temperaturas bajo cero y, en verano, en cambio, llegan familias con niños”, indicó Marit Gjelsten, de la Oficina de Servicios de Alfaz del Sol. Son personas muy activas, que además del clima, buscan relacionarse con la gente. “Quieren realizar muchas actividades: excursiones, conciertos, exposiciones… practicar deporte”, añadió.

L’Alfàs del Pi cuenta con varios elementos fundamentales que lo convierten en un destino competitivo: un clima excelente, un sector hotelero y residencial de primer nivel y una gran variedad de festivales culturales y actividades deportivas durante todo el año.

El complejo residencial de Alfaz del Sol mantiene, además, una estrecha relación con el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi, especialmente con la concejalía de Bienestar Social. “Los noruegos son muy solidarios y, conocedores de la difícil situación por la que pasan muchas familias de este país, desde hace 4 años, colaboramos estrechamente con Bienestar Social”, explicó Marit Gjelsten.