Carlos Beltrán Naos ha llevado hasta la Sala de Exposiciones de la Casa de Cultura de l’Alfàs del Pi una imponente exposición introspectiva con la que, como él mismo explica, “he alcanzado a visualizar la profundidad de gran parte de mis sentimientos ocultos, cómo también, encontrar la calma de mi equilibrio emocional”.
El artista, nacido en Petrer, comenzó a hacer creaciones artísticas en vidrio ( 1998-2004 ) en un taller de su localidad natal, lo que le llevó a restaurar y crear vidrieras emplomadas (Tiffany) y aluminio. Trabajando la soldadura en plomo e incluyendo sus propios diseños para catedrales y otros trabajos para monumentos del territorio español, siendo uno de los vidrieros artesanos más jóvenes del país en dicha época, practicando la fundición del vidrio.
Su padre, artista mampostero de la piedra en seco, le influyó a la hora de trabajar la mampostería y la escultura en sus posteriores creaciones artísticas. Esta aportación se refleja en varias poblaciones, en las que el artista vivió largas temporadas formándose entre artistas de diferentes lugares del mundo, como repoblador y artesano.
Viajó por parte de Europa, buscando nuevas tendencias artísticas antes de poner rumbo a América del Sur, lugar en el que la artesanía es parte fundamental de la supervivencia indígena.
Todo este camino le ha llevado crear una línea personal al oleo participando en certámenes de renombre y exponiendo su obra en lugares tan distintos como Altea, Ciudad Real, Roma, Costa Rica o Alemania antes de recalar ahora en l’Alfàs del Pi.
La muestra se podrá visitar hasta el próximo día 2 de abril en la Sala de Exposiciones de la Casa de Cultura de l’Alfàs del Pi.